Por
Carlos Francisco Nader
Gabriel
Quadri de la Torre desconcertó a propios y extraños al ser nombrado el
candidato a la presidencia de la República por el Partido Nueva Alianza o
PANAL. El PANAL es bien conocido por ser un partido controlado por la maestra
Elba Esther Gordillo y cuya capacidad política está dada por la influencia y su
manejo sobre el magisterio.
El Mtro.
Quadri reitera, como lo hizo una y otra vez en su conferencia con estudiantes
de la Universidad Iberoamericana hace apenas un par de semanas, que no es un
títere de la Maestra Gordillo. Quadri se defiende diciendo que él no conocía a
Elba Esther antes de ser en candidato del PANAL y que desde que lo postularon
en este partido sólo ha tenido oportunidad de charlar con la maestra en una
ocasión.
Sorprende
hasta al más iluso la supuesta inocencia de Gabriel Quadri, como si los hilos
del poder fueran poco sutiles o como si los títeres fueran conscientes de que
lo son. Es una verdad más que revelada que el PANAL lo maneja de manera
discrecional la maestra Gordillo y que
la única razón por la cual obtuvo y mantiene el registro es la capacidad de
movilización que tiene la dirigencia del SNTE sobre el magisterio. No son votos
realizados por ciudadano libres y soberanos, son votos que resultan de la
amenaza, la corrupción y la coacción.
Al igual
que el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), franquicia de la familia
González, que no tiene relación alguna con los partidos verdes progresistas de
otros países y que da la cara con un junior a todas luces incompetente como
Jorge Emilio González Martínez o el “niño verde”, el PANAL sirve a los
intereses particulares de la dirigencia del SNTE y no de los mexicanos. No hay
que olvidar que el tránsfuga junior que también perteneció al PVEM, Jorge
Kahwagi, fue secretario general de ese partido en 2006.
Todo
indica que el señor Quadri no se da cuenta de que no se necesita ser un soldado
sumiso para servir a los intereses de la maestra. La maestra lo utiliza y lo
desechará cuando sea necesario. La aceptación de Quadri de participar en la
simulación del PANAL, cuando se venderá al mejor postor, muestra su falta de
integridad al engañar a la población menos educada de que es una opción real de
cambio y robando valiosos votos a opciones realmente democráticas y no paleros
del PRI.
Pero la
falta de integridad de Quadri no es nueva. Pintado de verde, este seudo
ambientalista llegó a ser presidente del Instituto Nacional de Ecología, en
donde concedió toda clase de permisos a empresas como RACT (empresa
estadounidense) y CLEANMEX para construir un confinamiento de residuos
peligrosos cerca de la Presa Trujillo en Tamaulipas (siendo este lugar un
santuario para las aves migratorias). El escándalo que provocó este permiso fue
una de las razones para que el candidato de marras renunciara a la presidencia
del INE en septiembre de 1998 (ver:
http://ban.org/library/residuos.pdf)
Posteriormente
fundó su empresa SIGEA (Sistemas Integrales de Gestión Ambiental) que se ha
especializado en hacer manifestaciones de impacto ambiental a modo. Los mejores
ejemplos son la instalación de una gasolinera en Tlalpan y que fue motivo de un
escándalo documentado por el periódico La Crónica en febrero de 2011. Otro
ejemplo del desarrollo de estudios complacientes para las grandes empresas fue el caso del establecimiento de la planta
de concreto Vallejo II de la cementera Cruz Azul.
Pero tal vez el icono de la
corrupción del trabajo de este falso ecólogo fue su visto bueno para la
construcción del Club de Golf “El Tepozteco” en pleno parque nacional
–afortunadamente su construcción fue evitada gracias a la organización de los
pobladores de Tepoztlán.
Estos
son algunos ejemplos de cómo todo en el candidato del PANAL es una simulación,
incluso el propio partido, que tiene como motivo esencial hacer perdurar los
intereses de la maestra Elba Esther Gordillo y el partido que la instauró como
líder del SNTE, el Partido Revolucionario Institucional. Cuando votas por
Quadri votas, finalmente, por el PRI y Elba Esther.
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